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{width=”181”
height=”181”}La gente suele decirme que soy muy «tecnológico», que
siempre estoy a la última sobre qué cacharros se utilizan para hacer
tales cosas, aunque no me considero un experto en la materia, sí es
cierto que me gusta probar todas las nuevas tecnologías que van
surgiendo, y en este caso voy a comentaros mi experiencia con lo que
denominan como una nueva manera de ver televisión, cine o videojuegos:
la alta definición o HD.
Todavía me sorprendo cuando me encuentro personas que desconocen totalmente qué es Blu-Ray, se han perdido un nuevo capítulo de las batallas por el estándar de grabación de películas domésticas, resulta que hace ya unos años los fabricantes tenían claro que la alta definición sería el futuro, y por ello se lanzaron a desarrollar soportes en los que la gran cantidad de datos que esta tecnología exige pudiese ser almacenado.
De ese desarrollo surgieron dos tecnologías, el HD-DVD de Toshiba, Microsoft y NEC, y el Blu-Ray, de Sony, ambos son físicamente iguales a un DVD, pero la diferencia principal es que mientras el DVD tiene una capacidad de 4.7 gygas, el HD-DVD la tiene de 15, y el Blu-Ray por su parte 30 gygas, lo que se multiplicaría por dos en caso de ser de doble capa.
Estas dos tecnologías constituyen un caso similar a la mítica guerra entre el vídeo VHS y el Beta, en ese caso la tecnología de Sony (Beta) salió perdedora en el ámbito doméstico, y ahora, con el HD, Sony ha conseguido por fin imponerse en el público general, después de que la industria cinematográfica dejase de utilizar el formato HD-DVD en favor del Blu-Ray.
¿Por qué ha ganado el Blu-Ray?, en primer lugar por su mayor capacidad, su campaña publicidad y sobre todo, por una jugada maestra de Sony, incluir de serie el Blu-Ray Sony en su archiconocida consola Playstation; desde entonces, a las ventas de reproductores normales se sumaban todas las PS3 vendidas, cuyos usuarios aprovechaban la posibilidad de reproducir películas en HD en sus consolas, lo que terminó haciendo que el HD-DVD de Toshiba se quedase sin apoyo.
Cada vez que «tenemos» que cambiar nuestros equipos domésticos es un verdadero martirio, gasto de dinero, ponerse al día, aprender a utilizarlo… Pero aún así, antes o después acabamos cayendo todos, hoy tenemos como gran excusa el tema del apagón analógico para hacernos con una buena TV LCD o de plasma, pero, la pregunta es, ¿la mejora de la calidad merece la pena?
Recordemos el paso del VHS al DVD, fue un salto cualitativo tan enorme que nadie dudaba de la «necesidad» de comprarse un reproductor DVD, a pesar de que al principio no era una tecnología barata, pues bien, opino que con el Blu-Ray (que parece evidente que será el formato que se imponga) ocurre algo parecido, cuando vemos por primera vez una película en HD, nos enamoramos del nuevo formato.
¿Por qué lo vemos mejor?, su propio nombre lo indica, la alta difinición, esta tecnología permite ver vídeo a una resolución de 1920×1080, que son los píxeles (puntos que conforman una imagen) que aparecen en pantalla en su largo y ancho.
Recientemente he comprado una película de uno de mis directores preferidos, Kubrick, era 2001: Una Odisea en el Espacio, hace años pude verla en VHS, pero en HD parece otra película, podemos ver cada detalle, cada rasgo de la cara de los protagonistas, no hay nada borroso, es como comtemplar una enorme fotografía en movimiento, es decir, el HD no sólo nos permitirá ver nuevas películas con total calidad, sino también redescubrir nuestras películas favoritas.
Por lo tanto, pese a todas las molestias que supone, opino que la alta definición merece la pena, y mucho, eso sí, para poder ver vídeo en HD hacen falta una serie de requisitos, una TV compatible, y cable capaz de transmitir la señal (como el HDMI) y un reproductor de Blu-Ray, que por cierto también reproucen DVD, para así no tengamos que dar por perdida nuestra ya adquirida colección.
A destacar que todos los elementos que he nombrado son imprescindibles, si conectamos el reproductor de Bla-Ray a nuestra TV con un euroconector nos estaremos dejando mucha calidad en el camino, y no podríamos hablar de una HD real.
El Blu-Ray tiene tal capacidad, que ya apenas veremos ediciones especiales de pelculas en más de un disco, salvo que tenga tantos contendidos que constituya una especie de interminable multimedia, todo caberá en un sólo disco, lo que en principio debería hacerlo m barato.
Hablando sobre precios, esta tecnología aún tiene mucho que rebajar su «PVP», de momento los reproductores Blu-Ray rondan los 200-300 euros, y los televisores, dependiendo de su tamaño pueden alcanzar precios elevados, aunque cada vez menos, las películas suelen costar unos 5 euros más que las versiones en DVD, pero aún así, para los aficionados al cine merecerá la pena.
El Blu-Ray es también por sí mismo un formato que lucha contra la piratería (grabación ilegal de contenidos), la mayoría de las conexiones de Internet del mundo no pueden descargar de una manera tan fácil lo que contienen, es un volumen de datos demasiado alto, otro sector donde ha supuesto un gran avance es en el de los videojuegos, donde el espacio prácticamente ilimitado hace que los desarrolladores puedan incluir todo tipo de texturas en alta defición y sin comprimir, y hacer juegos de enorme tamaño y calidad visual.
Pese al rechazo inicial que tuvo, personalmente ya no me cabe duda de que en muy poco tiempo todo el mundo tendrá un chisme de estos en su casa, junto a su pantalla plana, espero que esta pequeña aproximación a esta tecnología resultase didáctica para el lector. :::