author: Jmcastinheira date: 2016-12-26 generator: pandoc title: Un estado que no defenderé categories:
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Concepto
ordinarias, y ese delito de sedición que tanto se anunciaba?, en fin, yo creo que con eso ya había de sobra, y mucho.
- ¿Pero es esto una jugada legítima en Derecho? Bien, el RD 1673/2010 cita a la Ley Orgánica 4/1981, de 1 de junio, de los estados de alarma, excepción y sitio y en base a al art. 44 de la Ley 48/1960 de Navegación Aérea como fundamento de esta decisión; pero esta justificación es inadecuada (1) ya que la Ley 48/1960 permite someter a la autoridad gubernativa los “aeropuertos o aeródromos privados”, que puedan, conforme a ese art. 44, haber sido autorizados “a Corporaciones, Entidades o particulares que tengan la nacionalidad española”, si cumplen las condiciones que establezca “el Ministerio del Aire”. Pero este no es el caso. y (2) Ya que la LO 4/81 permite «En los casos previstos en los apartados c) y d) del artículo cuarto el Gobierno podrá acordar la intervención de empresas o servicios, así como la movilización de su personal, con el fin de asegurar su funcionamiento. Será de aplicación al personal movilizado la normativa vigente sobre movilización que, en todo caso, será supletoria respecto de lo dispuesto en el presente artículo.» Esta movilización, en efecto, había sido utilizada en época franquista para forzar a los trabajadores a voler a su puesto de trabajo, y así se regulaba en la la Ley 50/1969, de 26 de abril, básica de Movilización Naciona, pero aún así esa ley distinguía entre «movilizados» y «militarizados». Lo que hay que destacar es que esa legislación fue derogada por la Ley 39/2007, de 19 de noviembre, de la Carrera militar; con lo cual no hay legislación aplicable a esa remisión de la L0 4/81. Curiosamente el gobierno se ha confundido de periódo histórico y de sistema político.
Yo creo que hasta aquí nos basta a nosotros, me remito al artículo de Andrés de la Oliva Santos para mayores precisiones, sin duda su lectura es muy aconsejable. Actualizo: con recomendando ahora un artículo del genial Gimbernat Ordeig sobre el mismo tema, y en el mismo sentido. Sin duda una época orwelliana la que nos ha tocado vivir.