«No hay mejor cosa que terminar de acostumbrarse a que todo anda mal, para empezar a ser feliz»
Quino a través de su personaje Mafalda, 1964.
Esta mañana la primera noticia que he leído en la prensa ha sido que un inmigrante ha aparecido muerto en una playa de Cádiz. Durante un segundo sentí lástima por todas esas personas que se ven forzadas a esto. Pensé en este hombre, que nadie conoce, nadie sabe aquí quién es. Pensé en su familia que a estas horas desconoce si está en España o hundido en el mar… pero sólo durante un segundo.
Después continué leyendo las noticias; es «normal» que ocurra esto, lo vemos todos los días; es «normal» que haya tantas personas muriéndose de hambre, lo vemos todos los días; es «normal» que mueran personas en atentados suicidas, lo vemos todos los días; es «normal» que tantas mujeres mueran a manos de sus parejas, lo vemos todos los días…
Estamos perdiendo el rumbo de lo que debería ser «lo normal» y lo que no debería serlo. Jamás deberíamos ver este tipo de cosas como costumbre, ni como algo normal… Pero como dice la frase, sería imposible vivir mínimamente feliz sin acostumbrarnos a las miserias de este mundo, triste pero cierto.
Lamento haberme levantado con estas palabras, pero la lectura de esta noticia me ha provocado estas reflexiones.