Marte, planeta misterioso

 

[Uxío PR] Desde los inicios de la astronomía, nuestro planeta vecino ha suscitado gran interés y perplejidad a científicos, astrónomos y humanistas, sus llamativos colores, las formas que se han encontrado en la superficie, y otras formaciones aún hoy siguen sin una explicación coherente, repasemos en este pequeño artículo los misterios y otros entresijos que traen de cabeza a astrónomos de todo el mundo.

 

No quiero ponerme «en plan tercer milenio», sino mostrar de la manera más rigurosa a mi alcance algunos de los hechos que, al ocurrir a tal distancia, los científicos no encuentran una explicación convincente, otros en cambio sí tuvieron explicación, aunque hasta encontrarla la imaginación de muchos se ha visto desbordada.

 

Hasta hace muy poco tiempo, y durante siglos, numerosos observadores del cielo, han estado convencidos de que Marte estaba habitado por una civilización desarrollada como la humana, debido a que podían observar numerosos surcos y formaciones similares a calles y otras construcciones humanas.

Hoy sabemos que esas calles que veían los astrónomos de la antigüedad, son en realidad surcos producidos probablemente por la existencia de agua en ese planeta hace millones de años.

 

Desde entonces, la literatura ha hecho el resto, cientos de libros con los marcianos como protagonistas, invasiones, guerras galácticas… Cuando a finales del siglo XX la NASA comenzó a enviar sondas al planeta rojo, la expectación no podía ser mayor.

 

Pero una especie de maldición persigue la investigación en este planeta, numerosas sondas han quedado inutilizadas por causas aparentemente naturales, pero juntas no hacen más que alimentar la leyenda de este planeta.

 

Sonda «Fobos»

 

No sólo los americanos han sufrido esta especie de mal fario, la mayoría de las sondas o satélites geoestacionarios han fracasado, los rusos también han saboreado el fracaso, de manera especialmente extraña fue lo que le ocurrió a la sonda Fobos II, en el año 1989 los rusos consiguieron poner el artefacto en la órbita marciana, y comenzar a fotografiarlo, todo iba bien hasta que Fobos II transmitió la imagen de una enorme sombra en el planeta rojo.

 

Sombra captada por Fobos, demasiado grande para ser su propio reflejo:

 

Los científicos rusos, alucinando con la imagen de esa enorme sombra, ordenaron rápidamente al Fobos II que se girase para ver qué era lo que provocaba esa sombra, entonces la sonda transmitió la que sería su última imagen antes de desaparecer del mapa, un enorme objeto cilíndrico, tras esto la nave perdió contacto con la Tierra.

 

Última imagen transmitida por Fobos:

 

¿Qué era este «objeto»? los científicos no terminan de ponerse de acuerdo, éste es uno de los grandes misterios del planeta, sólo sabemos que era alargado, cilíndrico, y muy grande.

 

 

Basta decir que 24 de las 38 misiones que se han enviado a Marte han fracasado, sea por estrellarse contra el propio planeta, por perder contacto misteriosamente o impacto con objetos desconocidos.

 

Otro hecho fascinante fue el hallazgo de unos tubos, fotografiados por un artefacto de la NASA, unos tubos que recorren prácticamente el planeta entero, como si de un sistema de transporte se tratara, de nuevo la comunidad científica miraba con recelo al planeta rojo.

 

 

La explicación oficial de la NASA es que los tubos se formaron por actividad volcánica de hace millones de años, pero no deja de ser caprichosa la colocación y aspecto de los tubos, aunque sabemos que la naturaleza es, de hecho, muy caprichosa.

 

Representación de la Viking rastreando Marte

 

Viking fue el nombre de un robot motorizado que fue colocado con éxito en la superficie marciana, tras desprenderse de su nodriza, aterrizó y pudo recorrer y enviar miles de fotos a la Tierra, sin embargo nada más ponerse en marcha, el Viking fotografiaba en el suelo un objeto circular que era imposible que se hubiese formado de manera natural, me encantaría tener una foto de la cara de los científicos al verlo, ¡un disco!.

 

 

La foto, se hizo pública, y todo el mundo se preguntaba de dónde había salido aquel disco, la NASA entonces se apresuró a buscar fotos de la nave nodriza, y afortunadamente encontraron lo que buscaban, el disco formaba parte de la nave nodriza, se había desprendido y dio la casualidad de que aterrizó a los pies de donde lo hizo el robot, un recibimiento al estilo marciano.

 

En la foto superior vemos el disco en la nave, y en la inferior dónde terminó…

 

La misión robotizada Viking nos aportó una visión mucho más cercana del planeta rojo, aunque su propio buen funcionamiento fue una sorpresa para los científicos, el robot se alimenta de energía solar, y los científicos calcularon que los paneles solares mantendrían el nivel suficiente de limpieza para alimentar a la máquina durante siete meses, pero la Viking aguantó operativa dos años.

 

Los paneles solares aparecían limpios cada cierto tiempo, algo que no se terminaban de explicar en la NASA, teniendo en cuenta el nivel de polvo que hay en el ambiente marciano, pero al parecer el viento, o esa es la explicación, conseguía limpiarlo.

 

El objetivo de la Viking era encontrar restos de vida en el planeta marciano, las agencias espaciales estaban convencidas de encontrar algo revolucionario en este planeta, ¿por qué?, por muchos motivos, por ejemplo, el planeta alberga el cañón más grande del Sistema Solar, con 3.000 kilómetros de largo y 600 de ancho, y nada menos que 8.000 metros de profundidad, la Viking pudo recorrer algunas partes, y gracias a ello sabemos más sobre este cañón.

 

Uno de los misterios que finalmente no lo fueron tanto fue la famosa «cara de Marte», una sonda fotografió lo que parecía una construcción artificial al más puro estilo del antiguo Egipto, una enorme cara, e incluso montañas alrededor que recordaban a pirámides, la NASA no tardó en volver a fotografiar la zona, demostrando que la cara se debía a un efecto de luz.

 

 

 

Actualmente, Marte está en la agenda de las agencias espaciales como el próximo lugar donde el hombre pondrá el pie, el coste del proyecto es astronómico, y la crisis económica evidentemente lo retrasa, pero a largo plazo hay un proyecto aún más ambicioso, nada menos que alterar el clima de Marte para convertirlo en un planeta amigable para el ser humano, ¿ciencia ficción?, podéis encontrar muchísima información oficial sobre el proyecto en cualquier buscador de Internet, lo que está claro es que a los humanos lo de cambiar el clima se nos da bien, y si no que se lo pregunten a nuestra querida Tierra.

 

Después de hablar de lo desconocido, lo misterioso y lo inmenso, nada mejor que traer a colación la frase de Newton que ya he utilizado alguna vez «Lo que conocemos es una gota de agua, lo que desconocemos es el océano»