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{style=”margin: 0pt 10px 10px 0pt; float: left; cursor: pointer; width: 200px;”
border=”0”}En
primer lugar vamos a resaltar las diferencias entre estos dos
experimentos, el
primero
que ahora nos ocupa está titulado con
«Metalenguaje» y el
segundo
«Autorreferencialidad»
Para que una oración sea verdadera o falsa se tiene que referir a algo
real, por lo tanto tenemos la frase con la que expresamos algo
(lenguaje) y ese algo al que nos referimos (objeto), si digo «este PC es
gris» será verdadero si efectivamente «este PC» es gris, en mi caso sí
que lo es en el vuestro no sé. Cuando el lenguaje se refiere no a una
cosa real sino a otra frase, sucede que se establecen, aunque no nos
percatemos, dos niveles; uno el lenguaje-objeto, que se correspondería a
«este PC» es decir aquello que tengo que valorar para ver si
efectivamente lo que me dice la otra oración es verdad o no, y otro, el
llamado metalenguaje, es decir el que está más allá del lenguaje objeto,
así si digo: «El verso – amada mía, si en esta vida turo y no me muero;
paréceme que ofendo a lo que os quiero y al bien del que gozaba en ser
presente- es un verso muy bonito de Garcilaso de la Vega» tenemos un
metalenguaje: El verso -…- es un verso muy bonito de Garcilaso de la
Vega» y un lenguaje objeto: Amada mía, si en esta vida turo y no me
muero; paréceme que ofendo a lo que os quiero …» el metalenguaje sólo
será verdadero si efectivamente el lenguaje objeto cumple estos dos
requisitos, que sea de Garcilaso de la Vega y que sea muy bonito, que es
de Garcilaso ya os lo digo yo, lo de bonito os lo dejo a vuestro gusto.
El problema surge cuando una frase es condición de veracidad de la otra
y además esta otra lo es de la primera, por ejemplo, dice Platon,
«Sócrates es un mentiroso» y dice Socrates; «Platón tiene toda la razón»
por lo tanto una sólo es verdad si la otra lo es y la otra sólo lo es si
la primera lo es. El problema es que además en este ejemplo no existe
contenido alguno, el contenido es respectivo respecto al otro post y
viceversa, así que no viene a ser más que un juego de extructuras con
una regresión al infinito. Otro día comentamos el otro ejemplo.
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