Reseña "Los Extraños" de Jon Bilbao

 

Comentario general

“Los extraños” es una novela de Jon Bilbao. Me ha interesado el tema de la sensación de extrañamiento que se genera con los otros. En este caso el autor crea una comparación entre el avistamiento de unos extraterrestres (los otros lejanos) y un otro familiar. Por un lado tenemos la fascinación ante lo desconocido, representado por ese grupo de ufólogos obsesionados, pero se trata de algo desconocido que vemos desde fuera, en realidad no nos afecta; por otro lado tenemos la figura de lo desconocido próximo, esto es lo que en realidad nos resulta incómodo, porque nos afecta en nuestra intimidad, en nuestro modo de vida.

Es curiosa esta dualidad, quizá Freud pueda aclarar algo. En su ensayo Lo Siniestro, intenta aprehender este concepto. Para él no basta con la presentación de algo horrendo o extraño, es preciso un plus para generar sensación de lo siniestro; hay un punto en que lo familiar se torna extraño o en el que lo extraño se vuelve familiar y ahí es cuando se genera esta sensación.

La novela “Los extraños” me ha parecido entretenida, pero además tiene algunos elementos interesantes como ejercicio literario.

Ambos protagonistas, Jon y Katarina, siguen una rutina muy estable, solamente escriben, y traducen, no tienen mucha vida social, funcionan casi como una maquinaria bastante predecible. Ambos pasan el invierno en la casa de los padres de él, esto ya genera cierta inestabilidad; están en un lugar que no es suyo. Como se sigue de los escritos de Freud, los pequeños cambios en la rutina generan incomodidad, las situaciones que dan signos de inestablidad o ruptura son las que más nos incomodan, porque uno puede predecir qué pasa en situaciones rutinarias pero no qué pasa cuando la rutina se rompe; en efecto, cuando los elementos que dábamos por sentados se vuelven peligrosos, ahí es cuando surge lo siniestro. El autor de “Los extraños” genera esta inestabilidad con todos los elementos narrativos. Por supuesto, la relación entre ambos protagonistas se ha vuelto tensa e inestable. Jon nunca está conforme con su trabajo, Katarina tampoco, ella quiere irse a Munich y dejar esa vida, casi no tiene amigos allí; él no quiere irse a Munich pero en el fondo sabe que es una posibilidad. De fondo, se nos coloca el avistamiento de unas luces en el horizonte.

Todas son situaciones alejadas del equilibrio, todo se construye con inestabilidad. Incluso la llegada de los OVNIS puede justificar cualquier evento, cualquiera de los personajes podrían ser abducidos, por ejemplo, de hecho esa es una posibilidad al final de la historia.

La aparición de Markel, el supuesto primo lejano de Jon, llega en este contexto de tensión. Jon no lo reconoce, siempre sospecha de él, es un desconocido que se va a quedar en su casa (que ni siquiera es su casa). Se genera esta misma sensación incómoda de la obra de Becket (Esperando a Godot), o la que vemos en el relato de Cortázar (Casa tomada). En este último caso na relación es más clara, alguien que, sin violencia, empieza a ganar terreno poco a poco, un espacio que es íntimo.

Por otro lado, Virginia, la acompañante de Markel es otro de los elementos que amenazan el equilibro, de hecho, se muestra como la más destructiva de todos. Ya desde un inicio ambos personajes se presentan como personas no confiables, dicen que están de paso y que están trabajando pero eso no es verdad, por supuesto su relación, no es normal, ella no es su pareja, sino una especie de secretaria que vive y va con él a todas partes, volvemos a situaciones de incertidumbre.

La verdad es que todos los personajes acaban siendo bastante desagradables, por supuesto Markel y Virginia los que más, pero también Jon permitiendo que expulsen a Lorena, y que se apropien de algunos de los espacios de la casa, permitiendo que incluso que traigan a sus perros, y coloquen casetas para ellos sin pedir permiso; Katarina también se vuelve un poco siniestra, obsesionada con espiar a Markel, con un vaso, escondida en los rincones de la casa. También, siempre está, la amenaza de fondo de perder la casa a manos de este familiar extraño, ven cómo Virgina llega a apropiarse de los papeles de la casa, sin sabe muy bien para qué.

La sensación de lo siniestro es algo que me gustaría trabajar. Me parece curioso que la palabra latina hospes (de donde viene “huésped”) pasó, en agún momento, a hostes (de donde vienen “huestes”). Justamente lo que decía Freud, es esa pequeña línea en la que lo familiar, tu huésped se vuelve extraño, tu enemigo.

Selección de un texto

Llegan a la vía del tren. La siguen. Al doblar una curva se topan con un tejón muerto. El tren le ha aplastado la cabeza. Jon recuerda el olor. Lo notan antes de llegar a la curva. Hace mucho calor. El tejón se ha hinchado; los testículos como ciruelas. Jon está con alguien que tiene el rostro borroso. ¿Algún amigo? No parece su primo. Sin embargo, la foto ha evocado aquel día en concreto y con todo detalle. Los mosquitos en el camino, las moscardas alrededor del cadáver. ¿Acaso Markel, al igual que se ha apropiado de la planta baja, está tomando posesión de sus recuerdos, desplazando la imagen de otras personas? Se esfuerza en hacer memoria. El rostro que, a su lado, contempla los restos del tejón es una máscara confusa hecha de rasgos superpuestos: dos bocas, dos narices, tres ojos… ¿La próxima vez que reviva aquel día verá claramente la cara de su primo?

Me parece que en este texto hay alguno de los elementos interesantes de la obra de Jon Bilbao. Está ese punto de lo siniestro del que hablamos antes. Se introduce en un contexto desagradable, Jon está revisando algunas fotografías antiguas, una de ellas le recuerda una anécdota de la infancia; está caminando con alguien por la vía del tren y se encuentran con el cadáver de un tejón, hay mosquitos, moscas, un día de verano caluroso y un cuerpo muerto, es un ambiente pestilente y desagradable. En este contexto lo más inquietante es la duda, Markel había dicho que ese niño pequeño al lado de Jon es él mismo cuando era pequeño, pero Jon no está seguro, no lo recuerda, ¿quién es ese rostro a su lado? Esta sensación es central en el libro, el no saber si el invitado es un familiar, es alguien confiable o si es un extraño que está invadiendo su espacio, pero no sólo su espacio, está en este texto Jon se pregunta si incluso es capaz de invadir sus recuerdos.