Creo que voy a dejar ya de grabar, y empezar simplemente a ordenar el material, necesito empezar a construir la historia, de lo contrario empezaré a tener los mismos vídeos una y otra vez, sin saber muy bien qué necesito.
Entiendo que una de las cosas importantes a la hora de crear una obra, sea literaria, sea audiovisual, es tener claro porqué lo hacemos. Hacer arte porque sí no tiene mucho sentido. Estoy de acuerdo, siguiendo a Tarkovski, con que el arte no debe subordinarse a una ideología, o a un conjunto de motivaciones panfletarias. Muy al contrario, la obra debe responder a la visión del autor, el arte debe ser auténtico, y para ello debe dejar traspasar la realidad, por eso es necesario evitar los artificios; la técnica sirve para facilitar la posiblidad de expresar lo que debe ser expresado, no para lucir ciertas capacidades técnicas. Igual que una buena tipografía no puede hacerse patente, sino volverse invisible y dejar traspasar las palabras (cita que sería de Eric Gill) la técnica literaria debe dejar traspasar la historia, una historia que tiene que encerrar verdad ¿Pero qué es la verdad en arte?
En el libro de Stephen King, que me pareció muy entretenido, contiene uno de los aprendizajes más importantes para un/a escritor/a, el de escribir sobre situaciones.
La realidad no es nada más que aquello que se nos impone, pero el Mundo es aquella realidad que habitamos, con nuestras preconcepciones, con nuestra propia historia. Y una de las herramientas mentales gracias a la que nos relacionamos con el mundo son las situaciones. Situaciones del tipo “estoy hambriento”, “estoy huyendo”, “estoy asustado” son en cierto sentido “mías” pero en otro cierto sentido son universales. Por eso tienen una capacidad muy potente para transmitir verdad.
Stephen King coloca a los personajes en una situación más o menos extrema (siempre con un toque fantástico) y él simplemente tira del hilo, obviamente hay que ser bueno con la voz y los ambientes pero lo interesante es ser capaz de transmitir la sensación de estar en esa situación ¿Qué pasa si una adolescente con una estricta educación puritana y víctima de bullying tuviera telekinesis? Pues Carry ¿O si una fan psicópata rapta a su escritor favorito? Pues Misery.
Los seres humanos somos expertos en reconocer situaciones, nos ponemos en situación y nos sentimos igual que si estuviéramos ahí, esto tiene su base biológica, en concreto, gracias a las neuronas espejo nuestra actividad neuronal sería la misma en una situación real que en una falsa. Por eso son herramientas tan eficaces para transmitir miedo o humor. Creo, además, que otros autores, tan relevantes como Cortázar, también se basan en situaciones para construir su texto (por ejemplo en “autopista hacía el sur” o mismo en “casa tomada”); incluso Stephan Zweigt (en una novela de ajedrez o en cartas de una desconocida) o Sandor Marai (en divorcio en Buda, o el último encuentro). Creo que ellos usan algo parecido con situaciones que hacen aflorar la verdadera naturaleza humana.
La idea sería encontrar una situación que pueda funcionar como núcleo y motor de la historia. En este sentido trabajar con vídeos puede ser muy interesante, pero al mismo tiempo puede ser peligroso, grabar un vídeo no siempre nos asegura haber grabado una situación ¿O sí? Hay cierta diferencia entre localización y situación. Podemos estar en un mismo lugar pero en distintas situaciones, (como cuando decimos “¡Que situación!”) y al revés, podemos encontrarnos en similares situación en lugares muy diversos. Creo que será útil reconocer con qué estamos trabajando.