El otro día al leer este artículo de David me entraron ganas de hacer una meditación sobre el significado.
No me interesa hacer aqui un estudio serio ni casiserio de lo que es el significado. Me importa más hacer una valoración de la relevancia que el estudio de este concepto tiene así como de las distintas perspectivas que se pueden tomar para el mismo.
Sobre su relevancia:
¿Porqúe es interesante una discusión sobre el significado de «significado»?
Qué tontería hablar sobre estas cosas; el significado es… pues… el significado. Hay veces que nos quedamos sencillamente sin palabras.
El simple hecho de que sea tan inquietante este tipo de pregunta hace que sólo por esto sea ya una cuestión interesante, parace que la respuesta se agarra de tal forma a a la pregunta que no hay forma de separarla y entender nada. Siempre he creído que encerrada en una pregunta, o al menos en la mente del que la hace, está la información necesaria para dar una respuesta, no necesariamente toda, pero sin duda más de la que parece. El asombro que sentimos ante un interrogante puede deberse tanto a lo que podemos llamar ruido informacional como a lo que llamaremos silencio informacional, en el primer caso el que hace la pregunta tiene tanta información que no puede manejarla, en el segundo caso será necesario ir a buscar más preguntas porque lo que pasa es que nos falta información.
La pregunta por el significado parece del primer tipo, y parece tanto del primer tipo que es realmente desesperante, de algún modo en la misma pregunta está todo lo necesario para dar una respuesta… ¿Pero cómo?
Esta situación extraña que se produce puede decirnos mucho de nuestra forma de trabajar con las palabras, y a fin de cuentas sobre nuestra forma de trabajar con las ideas, los conceptos y en última instancia de nuestra forma de pensar. Aquí es donde la pregunta empieza a dejar de ser un mero pasatiempo más o menos interesante para empezar a ser crucial. Es en estas situacione donde se producen las condiciones necesarias que nos permiten determinar cómo trabajamos en realidad.
Nos queda, todavía, una cosa más, en realidad la pregunta por el significado no nos deja encerrados dentro de nosotros, nos lleva más allá, porque la cuestión no puede ser «¿Como pienso yo?» sino que pasa a ser «¿Cómo pensamos?» Y no siendo suficiente con esto, nuestro interrogante nos dirige directamente al mundo, porque este «¿Como pensamos?» encierra verdaderamente un «¿Cómo pensamos las cosas que pensamos?» y estas cosas son las cosas que vemos, que olemos, que sentimos y todo aquello que hacemos con ellas.
De algún modo la pregunta por el significado encierra un tema de filosofía primera.
Las perspectivas:
Perspectiva privada:
Una primera perspectiva ante la cuestión que hemos planteado es la que nos deja encerrados en nosotros mismos, en nuestro pensamiento, en nuestro mundo, cosa que a mi, personalmente, no me gusta demasiado. Considerar que yo tengo el dominio sobre el significado de cualquier cosa es algo que poca gente se atreverá a decir, es claro que más o menos todos nos entendemos cuando hablamos, si cada uno tuviera libertad para decidir el significado de las palabras o las expresiones esto no sería posible, hay algo común a todos que nos limita. Uno puede pensar, el mundo, la realidad, eso es lo que es común y nos limita, si yo digo «Urdangarín» todos sabemos quien es, pero la cuestión no es solamente esta, la cuestión es que el acceso a la infomración «Urdangarín»=Urdangarín (Nombre=Persona) es un acceso mío, yo tengo que saber que por mí mismo que con «Urdangarín» me estoy refiriendo a este señor que está tan de moda últimamente. Claro, esto puede tener sus problemas porque yo puedo pensar que «Iñaki Urdangarín es un gran jugador de balonmano» y tener al mismo tiempo la creencia de que «El Duque de Palma es un mal jugador de balonmano» y esto puedo creerlo sin ser tonto o estar loco, es una creencia perfectamente razonable yo sé quien es «Iñaki Urdangarin» lo llevo viendo jugar al balonmano desde pequeño, incluso pongamos por caso podría haberlo conocido en el instituto, y por otro lado sé quien es «El Duque de Palma» lo he visto por la tele e incluso, pongamos por caso, lo he visto en persona entrando a unos juzgados, sencillamente lo que pasa es que no los relaciono a los dos, mi acceso al significado es privado y en momentos distintos; hay algo que no cuadra porque se supone que «Iñaki Urdangarín» y «El Duque de Palma» significan lo mismo objetivamente, no debería haber nada que cambiara esto por culpa mía, con lo que volvemos un poco a la situación absurda del principio en la que cada uno puede legítimamente tener la libertad de elegir o de alterar por ignorancia el significado de las cosas, hasta el punto de estar legitimado a tener pensamientos contradictorios acerca de la misma cosa, cuando yo conozco el significado, no es que no lo conozca, lo que desconozco es la sinonimia, parece que algo falla, así que lo lógico es pensar que en realidad «Iñaki Urdangarín» y «El Duque de Palma» no significan verdadeamente lo mismo y por tanto el signidicado no viene determinado, al menos únicamente por el mundo; por eso lo que podemos hacer es cambiar de perspectiva y pensar que, en realidad, esa cosa común que buscábamos para definir el significado no es el mundo sino una especie de idea común, un pensamiento común, pues lo que sea que define objetivamente a Iñaki Urdangarín, véase toda su biografía, lo que pasaba antes es que yo no conocía propiamente el significado completo, me faltaban datos y por eso cometía errores.
Perspectiva Pública:
Pero esto no puede ser así. En el último caso el acceso a la información que define a «Urdangarín» sigue siendo un acceso privado, se supone que yo tendría que tener una base de datos de forma tal que se relacionara un término como «Urdangarín» con un con un conjunto de ideas comunes que están en el mundo, sería como una indexación de google, en mi cabeza simplemente habría una lista de enlaces que relacionan nombres que están en el mundo con ideas que están en el mundo; pero claro ¿Cómo hago esta relación? Pues se supone que lo habré aprendido, yo he oído que cuando se habla de «Urdangarín» se está hablando de una determinada persona con una biografía conocida. Pero ¿Hasta qué punto esto me vincula hacia el futuro? Es muy probable que los usos anteriores de la palabra «Urdangarín» hayan sido realizados en diversos contextos complejos ¿Hasta qué punto he podido crear bien la relación? Pongamos, la primera vez que escuché la palabra «Urdangarín» no sabía ni lo qué era, oigo «urdangarín» y luego un conjunto de cosas sobre un jugador de balonmano, entonces pienso, «Aja, «Urdangarín» es el nombre de un jugador de balonmano» Pero quizá yo, que nunca me había interesado por este deporte, hubiera podido pensar «Ajá «Urdangarín» es un título que se le da los vascos que han sido grandes jugadores de balonmano», nadie me habría liberado nunca de mi error porque como el único jugador de balonmano vasco que yo conozco es este, aún hoy, siempre que utilizo el nombre «Urdangarín» lo hago para referirme al que hoy es el Duque de Palma y pienso que los demás están haciendo lo mismo que yo, es posible que me parezca un poco raro que a este señor se le llame por un título y no por un nombre; pero vamos acabo de estar hablando de «El Duque de Palma» durante todo este artículo y a nadie le ha extrañado. Por tanto yo utilizo bien el nombre «Urdangarín» en todos los casos concretos sólo que la regla de relación que he puesto está mal y entonces no puede garantizarme que de cara al futuro yo vaya a seguir usando bien el nombre «Urdangarín». Es por esto que se hace preciso construir un sistema en el que ya no sólo el significado sino también la forma de acceso a él sea algo común y no indiviudal; esto, de alguna forma nos lleva a plantear la hipótesis de que el significado es algo social que podemos usar bien o mal, porque hay una serie de normas comunes que yo tengo que aprender y que son las que son, yo puedo incumplirlas por supuesto, pero es claro que estas normas no pueden ser como ideas, porque volveríamos a tener el mismo problema, son más bien prácticas que hacermos, modos de comportarnos habitualmente, algo así como un baile conjunto, es como dejarnos llevar, si uno sigue el impulso de los demás, el baile sigue y sigue bien, si uno tropieza todo es ruído.
Conclusión
Pero si esto es así, si resulta que el significado es algo que viene dado por la práctica social ¿Hasta qué punto no nos pasará lo mismo con nuesttra forma de pensar? Bueno… Quizá estoy pensando en alto