Bueno, tras estas pequeñas vacaciones, tengo la necesidad de regresar, es una necesidad, claro, porque hay que estar en el mundo, y ahora este «estar en el mundo» pasa por estar en internet también, qué le vamos a hacer, el caso es que ahora, me toca trabajar, no sé si hubiera sido mejor no haber descansado tanto porque fíjense ahora el trabajo que me queda, y que el amigo Carlos nos ofrece, amablemente, siempre, claro…
Y el caso es que él ha trabajado, y bastante, introduciendonos en un mundo en el que ya dejo de encontrarme cómodo, y no por nada, sino porque ahora si que voy a tener que caminar despacio y con los ojos puestos en mil lugares, ya hemos pasado el límite de la charla de café, y nos introducimos ya, en un debate de una magnitud potencial absolutamente increible; y por eso, no se yo, y siempre me lo pregunto, si no me empieza a quedar grande este traje, y no hago sinó decir esta expresión tan gallega, de «onde carallo me metín eu» (que vendría a ser un «dónde cojones me he metido») y que me recuerda al momento en que propuse en el foro de la fundación Zubiri la creación de un diccionario, y me puse a definir «Realidad» según Zubiri, copiando textos de aquí y de allá; y en esto que viene Antonio Gonzalez (actualmente uno de los metafísicos más importantes de España) y me dice que mi definición es incorrecta, y yo ala a leer y a corregir, y a decirme «si es que no sé para que te metes donde no te llaman» y al final encontrando una más o menos adecuada, pero el caso es que esta es mi forma de aprender.
Bueno, organizando un poco el trabajo que toca, tenemos:
- La fraternidad como frontera de lo humano.
- El tamaño de la red distribuída.
- El límite de la comunidad.
- De cómo se comunica una colonia de hormigas.
Y con todo esto tenemos bastante trabajo por hacer, además, y por si no fuera poco, en el primer post que acabo de mencionar, «La fraternidad como frontera de lo humano» Carlos nos sugiere la bendita tarea de comparar y discernir entre el concepto de Habitud de Xavier Zubiri con el de Habitus de Bordieu con lo cual no nos queda más remedio que echar, aunque sea una pequeña ojeada a este trabajo de David Velasco; con esto, podéis entender que tarde un poco en escribir.
Un saludo.