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width=”234” height=”175” align=”left” border=”0”}Últimamente se habla
mucho, aquí en España, sobre el tema de los jueces y el poder judicial,
sobre todo, claro tras las últimas noticias que hemos conocido, estoy
plenamente de acuerdo con los
artículos
que ha publicado el García Amado en «dura
lex» y que se oponen radicalmente a un
aumento de las sanciones, cosa que por otro lado ya habíamos comentado
aquí también a tenor del comunicado de los jueces para la
democracia,
Es evidente que el camino correcto no es aumentar las penas, porque estoy casi completamente seguro que con un incremento de las penas no se hace nada en favor de la prevención (ni de la general, es decir, el intentar crear una conciencia de lo que es delito, porque la gente ya sabe que los delitos contra la libertad sexual son graves y muy graves, el hecho de aumentar las penas no aumenta la concepción de gravedad en este sentido, pero tampoco en sentido de prevención especial, al menos, claro si se quiere ser coherente con los principios constitucionales del artículo 25, es cierto que la sociedad tiene derecho a defenderse de un delincuente, pero esa defensa debe pasar por una resocialización, la inocuización total de una persona es algo a lo que se debe renunciar de primeras, porque un estado que se conforme con prisiones perpetuas es un estado irresponsable y que no cumple las funciones que le son propias) el incremento de las sanciones sólamente nos acerca más a un estado de terror penal, algo de lo que, precisamente, debemos huir. Pero eso no quiere decir que no se deba hacer nada; es evidente, al menos para aquellos que están un poco atentos al mundo de la judicatura, yo ya digo que lo veo desde fuera; que es probablemente una de las secciones funcionales del estado que peor organizada está, tanto en materias de recursos personales como materiales, personales, no por la falta de formación, claro, sino por su notoria escasez, y ello en todos los ámbitos, desde la carrera de gestión procesal a la carrera judicial, sobre todo teniendo en cuenta el considerable aumento de trabajo que se está prodiciendo, pero en sentido de recursos materiales la cosa no anda tampoco boyante, aún me comentaba una jueza que para pedir una ley de enjuiciamiento civil actualizada al consejo tiene que pasar casi un año, así que es mejor que te la compres tú, también me decía, de paso que si quieres pedir asuntos propios tienes que pedirlos con uno o dos meses de antelación, con lo cual ya no sabes si dentro de dos meses tendrás algún asúnto que atender; estándo así las cosas, y ahora con la huelga de funcionarios, todo se acerca a un espectáculo esperpéntico en el que los jueces tienden a llamar por teléfono para hace las citaciones, supongo que con voz de pocos amigos, y claro, cualquera se niega, no vaya a ser, y más con la mala leche que tienen algunos. En fin, que así las cosas, el presidente del Consejo General, simplemente dice que va a depurar responsabilidades… no sé si sabrá él lo de la paja en el ojo ajeno.
Y yo me pregunto, ¿a nadie se la ha ocurrido crear wikis internos para favorecer la transmisión del know how?, ¿a nadie se le ha ocurrido realizar un programa oficial de acceso a los puestos de trabajo, si se quiere con participación colaborativa al estilo wikilibros y que sean de dominio público? (al fin y al cabo la mayoría de los libros de oposiciones son copias literales sino de la propia ley de otros manuales y que tienen que estar en continua reactualización, no siendo justo en mi opinión, pagar por un libro que al mes está desactualizado) ¿A nadie se le ha ocurrido que los jueces anoten y clasifiquen las sentencias cuya jurisprudencia les es relevante con un del.icio.us interno, por ejemplo Sabros.us? ¿a nadie se le ocurre pensar que con tanto juez sustituto todos acaban perjudicados? y ya no me meto con el sistema de acceso, no, mejor que no, porque suelto barbaridades. :::