Juan y el camino

 

El día 19 nos hemos despertado en Pontevedra con una gran ausencia; Juan nos ha dejado; poco puedo decir; anunciaba la noticia Manuel Jabois en su blog, yo prefiero dejar hablar a los que han compartido con él su lucha contra el tiempo y la enfermedad, por eso destaco este artículo del poeta y articulista pontevedrés Alexander Vórtice, amigo de Juan:

[Se fue un Maestro de la honestidad, un veterano caballero quijotesco de los que ya no quedan, porque el mundo está loco, porque ya eran muy pocos los que gustábamos de su presencia. Nunca tendré palabras de agradecimiento hacia su persona: Magnífico Hombre con mayúsculas que saludaba cada amanecer como si fuese el primero de su vida. Sagaz gentilhombre errante, figura trascendental a la par que mohína por las deslealtades, trascendental creador de encantamientos filosóficos, héroe en tiempos de villanos y de gentes infames, avispado y desperado frente al peligro, enamorado, siempre enamorado del eterno femenino. ]{.large}

Pero, ante todo, dejamos hablar a Juan, por eso hemos colocado esta semana un artículo suyo en cabecera que lleva por título «El camino a ninguna parte» porque ahora emprende un nuevo camino, quizás un camino no tan distinto al que alguna vez emprendió:

Luego de recorrer innumerables Galaxias, me pareció encontrar el sitio, que, como pueden comprender, no estaba en ningún sitio. A primera vista, el espectáculo era extraordinario. Una extensión inmensa, sin límites. Poblado de multitud de cosas y seres que, cada vez que las miraba, se volatilizaban! Cuando quería cogerlas! se esfumaban! Impresionante, ¡no había ni noche, ni día, era siempre igual! El tiempo volaba tan rápido, ¡que no había principio ni fin, era siempre el mismo. ¡El piso que me sostenía, ¡no existía! pero no me caía, flotaba! No es que tuviese alas para ir de aquí para allá (no olviden, que no había ni aquí, ni allá, no había límites, ni derecha, ni izquierda, ni arriba, ni abajo), no, me valía de mis pies para desplazarme. ¿O no me desplazaba? Todo era tan trepidante, que ya no sabía si corría o estaba inmóvil.

Después de hacer unas cuantas búsquedas en Google sobre Juan me encuentro con una situación injusta, internet ignora a much@s hombres y mujeres buen@s, y eso no es justo; en lo que está en mi mano, haré lo posible para que esto no ocurra con Juan Vidal Fraga, porque todo su pensamiento debe ser conocido, así que a partir de ahora buscaremos artículos de Juan que publicaba asiduamente en el «Diario de Pontevedra» para poder recuperarlos y publicarlos en Entelequia. Si alguien tiene acceso a algún artículo suyo y nos lo puede enviar, se agradece; por otro lado, si alguien conoce datos concretos de su vida, nacimiento, estudio, y nos los puede enviar a efectos de crear una biografía para la versión gallega de la Wikipedia, llamada Galipedia (a ver si nos la aceptan); salvo que prefiráis crearla vosotros directamente, lo cual también se agradece. Para contactar con nosotros simplemente podéis comentar este artículo o envíarnos un mensaje a Entelequia por medio de este formulario.

De momento recordamos los artículos que ya hemos subido a Entelequia:

Además hacemos un pequeño recopilatorio de lo que se ha publicado en internet los días recientes sobre él:

Actualizo: Méndez Ferrín publica, en el «Faro de Vigo» un artículo sobre quien fue su compañero de clase y amigo, Juan Vidal Fraga.